«La incertidumbre es la falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo»
La incertidumbre aparece cuando no hay conocimientos fiables y no hay definiciones claras ni respuestas, en consecuencia esto nos deriva en mucha inquietud y en miedo. Si no aprendemos a gestionar la incertidumbre, tenderemos a perder el foco de lo importante, dividirnos y enfrentarnos entre nosotros, y vivir el día a día con una tristeza y amargura que nos aleja todavía más de lo que queremos y sobre todo necesitamos.
Atravesamos momentos donde estamos obligados a gestionar la incertidumbre, ya que ha cogido un peso bastante importante y toca convivir con ella, ser valientes y asumir que el que logre adaptarse, antes tomará ventaja. Nunca nos habían tocado estas cartas, son las que son, hay que trazar un plan para jugar con ellas y a pesar de todo, creer que podemos ganar la partida.
4 reglas para gestionar la incertidumbre
- Vive el presente. Vivimos épocas de constantes cambios donde lo que vale hoy quizás no sirva para mañana. Lamentablemente nos estamos dando cuenta que no podemos hacer planes a medio, y mucho menos, a largo plazo, sacar partido de la mejor manera posible al día de hoy debe ser nuestro objetivo, ser ese 1% mejor cada día debe ser nuestra motivación y ser feliz con lo que tenemos ahora debe ser una necesidad, sin pensar en más. Esto rebajará peso de mi mente y tensión de mis músculos. Debemos avanzar ahora con el peso justo, lo imprescindible. Poco a poco, paso a paso centrados en dar lo mejor en el día de hoy.
- ¿Qué depende de mí? Desecha lo que no dependa solo de ti. Nos ocupan demasiado tiempo preocupaciones donde poco o nada podemos hacer. Párate dos minutos, piensa en aquello a lo que llamas problema y pregúntate si TÚ puedes hacer algo para arreglarlo. Si la respuesta es SI, hazlo. Si la respuesta es NO, deséchalo; pero en ambos casos hazlo YA, no esperes a mañana, el mejor día es hoy, el presente, no lo olvides.
- Arriesga, conviértete en una persona curiosa. La “zona de confort” ya no existe, detrás de aquella puerta puede estar aquello que llevas tanto tiempo buscando. Incluso en las peores circunstancias aparecen buenas oportunidades.
- Cuida tus pensamientos, elimina los que sean limitantes y catastrofistas. El cerebro no entiende de bromas y te empujará por defecto al lado negativo si tu no se lo impides. El pensamiento lleva consigo una emoción que derivará en una acción, esta acción será positiva si el pensamiento ha sido positivo. Aquí como en cualquier otra cosa es cuestión de entrenamiento.
“La adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad hubiesen permanecido dormidos”. Horacio
