Entrenamiento en etapa de iniciación

Vamos a comenzar hablando en qué consiste el entrenamiento de fútbol base. Deciros que si vuestro hijo o hija es un fanático del fútbol, deberéis saber que este es uno de los deportes más practicados y con mayor número de seguidores en el mundo entero.

La gran mayoría de los pequeños, sueñan con convertirse en estrellas del fútbol cuando sean mayores, pero muchas veces desconocen que para llegar a ello necesitan dedicar mucho tiempo de entrenamiento.

Existen ejercicios de fútbol base que deben de realizar y repetir sistemáticamente para adquirir control sobre el balón. Los ejercicios de fútbol infantil básicos son la práctica y perfeccionamiento de las habilidades motrices específicas como el remate, la conducción de pelota, el drible, el pase, la recepción del balón y el cabeceo.

El dominio de estas técnicas y el hecho de lograr automatizarlas, por decirlo de algún modo, le permiten al niño:

• Desarrollar un mayor control del balón en el juego.
• Concentrarse en la táctica. Lo estimula a resolver situaciones cambiantes en cuestión de segundos.

Con una buena base técnica, el niño adquiere una mayor capacidad motriz y opciones o recursos técnicos para resolver las situaciones de juego que se le vayan presentando. De lo contrario, cuando juegue el partido, la reacción primaria será aplicar los movimientos que tiene adquiridos, aunque no sean la mejor opción a la situación que se le presente. 

Por ejemplo, si no aprendió a rematar de cabeza, cuando le llegue una pelota alta, intentará bajarla para acomodarla con el pie, porque será una reacción instintiva, de acuerdo a los recursos con los que cuenta.

Son variados y amplios los beneficios que un niñ@ puede obtener de la práctica regular de ejercicios de fútbol, que conforman un entrenamiento básico de aprendizaje de las diferentes técnicas de fútbol. Está científicamente comprobado, que el entrenamiento de fútbol infantil mejora la salud física y estimula el desarrollo emocional y psicológico de los niñ@s. Los beneficios son:

Beneficios físicos:

• Aumento de la fuerza y la potencia muscular en las piernas.
• Mejora la coordinación motora. Controlan mejor el cuerpo, desarrollan el equilibrio y adquieren una buena postura.
• Aumento de la densidad ósea en las piernas.
• Mejora la oxigenación de la sangre.
• Aumenta la visión periférica.
• Mejora la capacidad cardiovascular.

Beneficios mentales:

• Mayor control de la ansiedad.
• Desarrollo de la disciplina.
• Incremento de la capacidad de organización.
• Aumento de la concentración.
• Potencia su capacidad lógica.

Beneficios emocionales y psicológicos:

• Estimula la socialización con otros niños.
• Aprenden a perder y a tolerar la frustración.
• Desarrolla el espíritu de superación y sacrificio.
• Estimula la autoestima.
• Desarrolla la capacidad de trabajar en grupo.

Hay que diferenciar dos etapas:

CHUPETE (4-5 años)

A esta edad es un poco difícil que un niño de 4-5 años aprenda a jugar al fútbol. Por eso hay que preparar diferentes juegos,  para después adaptarlos a jugar con una pelota. Lo que se pretende es que se diviertan y se lo pasen bien para que al día siguiente quieran regresar.

Un claro ejemplo es el juego del pañuelo, se empieza con un peto (pañuelo) y cuando ya hemos realizado algunas repeticiones lo sustituiremos por un balón, y el que llega antes a la pelota, tiene  que dirigirla con el pie hasta su línea de salida, mientras el rival intenta impedirlo. Es un efectivo sistema para que los peques se vayan introduciendo en los secretos del fútbol.

Además de divertirse, también se pretende que los más pequeños comiencen a asimilar los conceptos más básicos del deporte que más les ilusiona. Y aunque todo se envuelve en juegos y diversión, también se intenta que el primer contacto con el balón sea algo aleccionador. Se busca que aprendan a controlar el balón, a dar un pase, a hacer una conducción de la pelota y a tirar. Cosas muy fáciles y simples, pues resulta muy complicado explicarles otras cosas.

 

PREBENJAMÍN Y BENJAMÍN (6-9 años)

En estas categorías el entrenador debe enfocar sus entrenamientos en la adquisición de los gestos técnicos básicos como el disparo, el regate, el pase… así como el aprendizaje del concepto de ataque y de defensa. La preparación física no debe ser tratada de manera específica con carreras de fondo o ejercicios de musculación sino enmascarada mediante juegos diversos.

En estas etapas, debe insistirse en el juego colectivo, ya que es muy común que “el mejor del equipo” agarre la pelota y no la suelte. Otro aspecto a tratar es la ocupación del espacio en el campo, ya que también es frecuente que todos los chavales vayan detrás de la pelota por el campo.

Insistir en enseñar aspectos tácticos más complejos sería inútil en estas edades, ya que los chavales no tienen la capacidad de asimilación necesaria para entenderlos y/o ponerlos en práctica. El entrenador evitará grandes discursos o explicaciones y realizará correcciones breves y sencillas para que los chavales puedan asimilarlas. El aprendizaje de las reglas se iniciará en estas primeras fases y será muy importante que tanto el entrenador y la familia eduquen al jugador en los valores de la deportividad, tanto hacia rivales y árbitros como compañeros. De la misma manera no solo se educará en hábitos deportivos, sino que se pondrá énfasis en el control de las tareas escolares.

Los entrenamientos estarán constituidos en su gran mayoría por juegos (de movimiento, juegos competitivos, etc.) y por ejercicios técnicos.

La única diferencia que hay en estas dos categorías, es que la primera es más generalista y lúdica mientras que la segunda es más específica y característica del fútbol.