Cuando la tecnología se puso al servicio de la comunicación, una gran euforia se apoderó de nosotros: por fin podríamos comunicarnos a la velocidad del pensamiento y, en consecuencia, tendríamos más tiempo para nosotros mismos, para disfrutar y para descansar… Desafortunadamente, el tiempo ha demostrado que el resultado fue precisamente todo lo contrario: a partir de ese momento, comenzaría para nosotros una carrera desenfrenada para lograr la gestión del estrés.
Cada día que pasa el estrés se afianza con más fuerza en nosotros y la solución parece estar muy lejos de nuestro alcance. Por eso los profesionales en psicología y en coaching trabajan sin descanso para facilitarnos técnicas de gestión del estrés. En este artículo te mostramos seis de las más efectivas para que las conozcas y, sobre todo, las apliques, pero antes haremos un breve recorrido por el concepto del estrés.
Qué es el estrés
Antes de aprender las técnicas de gestión del estrés, es fundamental que te expliquemos de qué estamos hablando cuando nos referimos al estrés. El estrés tiene un sinónimo muy concreto: tensión. Esta tensión surge en el ámbito emocional y, si la dejamos avanzar, se apoderará de nuestro cuerpo. En este último caso, las consecuencias pueden ir mucho más allá de un simple estado de nerviosismo constante y de jaquecas recurrentes.
Algo muy curioso del estrés es que la tensión que le da forma es en parte necesaria en nuestra vida. Una vida sin tensión puede llevarnos a caer en la desidia y en la apatía, dos características devastadoras si apuntamos al bienestar y a la felicidad.
Si tuviéramos que llevar al estrés a porcentajes, lo ideal sería tener entre un 30% y un 40% de él. De esta forma, mantendríamos un equilibrio perfecto entre la alerta y la relajación. Para lograrlo, necesitaremos dominar las técnicas de gestión del estrés.
Por qué se produce el estrés
El estrés es una reacción del cuerpo ante:
- Un desafío
- Una demanda
En el caso de un desafío, este deberá ser muy grande, mientras que si se trata de una demanda, esta tendrá que extenderse en el tiempo para derivar en estrés.
Ante el estado de alerta, nuestro organismo segrega cortisol, la tan temida hormona del estrés. Esta hormona no le trae nada bueno al cuerpo, ya que sus efectos son:
- Aumentar el nivel de azúcar en sangre
- Acelerar la frecuencia cardíaca
- Debilitar el sistema inmune
- Incrementar el apetito y fijar las grasas (y el menor de los problemas de las grasas corporales es la estética)
Como ya seguramente estás adivinando, el estrés abre la puerta a un importante, y serio, número de enfermedades.
Síntomas de una persona con estrés
¿Cómo saber si lo que tienes es estrés? Básicamente puedes saberlo porque estarás experimentando varios de estos síntomas:
- Problemas digestivos
- Dolores corporales
- Mala memoria
- Cansancio intenso
- Tensión en el cuello y en la mandíbula
- Pérdida de concentración
- Falta de energía
- Desmotivación ante lo que te solía generar entusiasmo
- Sensación de estar desbordado
Las seis técnicas que te ayudarán a gestionar el estrés
#1 – Distracción
Darle vueltas a los problemas que generan estrés, solo contribuye a aumentar la tensión que este genera. Piensa en ellos solo mientras te encuentres intentando encontrarles una solución. Una vez tengas un plan, o incluso si por el momento no se te ocurre ninguno, desvía la atención hacia asuntos que te produzcan bienestar.
#2 – Haz ejercicio
El ejercicio aeróbico es fantástico para desplazar al estrés. Si se trata de disciplinas como la gimnasia coreografiada o el baile, el efecto es mucho más potente. La explicación se halla en que la mente no puede rumiar en los problemas si necesita darle al pie izquierdo la orden de desplazarse a la derecha para no impactar con un gran grupo de personas que hacia ese lado se dirigen.
#3 – Música relajante
Las notas musicales combinadas de forma estratégica para relajar la mente son un vehículo hacia un estado de consciencia elevado. Puedes elegir la que más te guste, pero si no sabes por dónde comenzar, la música clásica y la chillout son excelentes opciones.
#4 – Observar una imagen que genere bienestar
Cuando el ojo observa algo que al cerebro le produce tranquilidad, las sensaciones de bienestar y las emociones positivas comienzan a reproducirse de tal forma, que la tensión ya no tiene lugar y su única opción es retirarse. Se recomiendan muy especialmente las imágenes de paisajes boscosos, de atardeceres tropicales o de tundras. No obstante, te invitamos a que explores cuáles son las imágenes que a ti te generan paz y armonía interior.
#5 – Arteterapia
Si bien esta es una veta más que nos ofrece la Psicología y suele ser guiada por un terapeuta, puedes improvisar con esa rama del arte que siempre has querido desarrollar, pero que fuiste dejando atrás. Ya sea el dibujo, el moldeado de cerámica o la escritura, te será increíblemente beneficioso darle rienda suelta a través de tus manos, sin preocuparte del producto final.
#6 – Duerme, y duerme bien
Robarle horas a tu sueño en pro de la tensión es una decisión que te puede traer serias consecuencias a futuro. Por eso es que una de las más efectivas formas de gestión del estrés consiste en dormir, pero en dormir bien. Para ello, aplica técnicas de higiene del sueño que te ayudarán a tener unos muy dulces sueños y un renovador despertar.
Aquí te compartimos un post repleto de tips para que tu hijo deportista duerma como los dioses.
En ocasiones, el estrés se convierte en un visitante exprés. Es decir, se manifiesta en nosotros algo más que una tensión porque estamos frente a una prueba escolar o porque nos toca una visita al médico que viene con pinchazo incluido. En esos casos, tenemos dos tips exprés para que el malestar se vaya tan rápido como vino:
- Respira profundo: inhala en cuatro tiempos y libera el aire en ocho tiempos. Esta técnica no solo te oxigenará maravillosamente, sino que también mantendrá tu concentración en la respiración, no en la nota del examen ni en la aguja.
- Aprieta los puños y libera: tiene un efecto parecido al de la respiración controlada, pero la liberación llega más rápido porque activa la circulación de la sangre y le saca la pereza a nuestras articulaciones.
Los niños y la gestión del estrés
El estrés no es patrimonio exclusivo del mundo adulto. Este intruso también ataca a los niños, quienes son mucho más indefensos que nosotros y no tienen las herramientas para la gestión del estrés. Por tal razón es vital que puedas dominar estas seis técnicas que te hemos contado, porque te serán verdaderamente útiles si necesitas ayudar a tus hijos a deshacerse de este aconstante estado de tensión.
Las razones que llevan al desarrollo el estrés durante la infancia son la necesidad de adaptarse o de cambiar de forma abrupta. Algunas situaciones que llevan a los niños a padecerlo son:
- El nacimiento de un hermanito
- Mudanza
- Cambio de colegio
- Divorcio de los padres
- Fallecimiento de un miembro del núcleo familiar
- Una nueva pareja de uno de sus padres
La prevención es la mejor amiga del bienestar. Por lo tanto, si sabes que algo de esto ocurrirá en la vida de tus hijos, lo mejor que puedes hacer es ir preparando el terreno mediante conversaciones con ellos. Recuerda que la sorpresa es un factor que puede aumentar exponencialmente los niveles de estrés en los más pequeños.
¿Cuáles son las consecuencias del estrés?
Las seis técnicas de gestión del estrés que hemos visto son muy importantes en la vida de tu familia, en especial de tus hijos, porque pueden alejar de ti y de las personas que amas las siguientes consecuencias:
- Presión arterial alta
- Enfermedad cardíaca
- Diabetes
- Acné
- Ansiedad
- Bruxismo
- Contracturas musculares
El estrés no solo puede representar una molestia, sino que representa una seria amenaza para nuestra salud si es que no lo controlamos. Ahora que sabes cómo gestionarlo para aplacarlo, te invitamos a poner en práctica las seis técnicas de gestión del estrés para generar un ambiente alegre y saludable en el hogar.
